miércoles, 13 de octubre de 2010

LA GENERACIÓN CANAL+, ODIAR PARA AMAR



Sabe trabajar el oro, la plata, el bronce, el hierro, la piedra y la madera, la púrpura escarlata, la púrpura violeta, el lino fino y el carmesí. Sabe también hacer toda clase de grabados y ejecutar cualquier obra que se le proponga.


En el año 1990 nacía Canal+, el primer canal de televisión de pago en España. Poco se ha dicho o escrito de la enorme influencia de esta cadena en aquella década pasada. El lema publicitario con el que se bautizaron consistía en poner en las revistas fotos en blanco y negro de antiguos actores famosos con la cita “El cine ha muerto”, y contraponerlas con otras fotos en color de actores del momento (Sharon Stone o quien fuera) con el lema “Viva el cine”.

Pues bien, ya podemos decir que uno de los grandes culpables de una generación importante de españoles que no ha visto cine en blanco y negro en su vida ha sido Canal+. Presentó el cine como algo casi periodístico y de pura actualidad, se inculcó la idea por la cual cualquier producto que tuviera más de 4 o 5 años no interesaba.

Para muchos jóvenes, y otros snobs no tan jóvenes, lo más moderno y lo más in era ver Canal+. Y si te veías una película de ‘Los tres mosqueteros' de Gene Kelly eras lo peor. ¿Hay que odiar y despreciar una cosa para amar otra?

Es cierto que en aquellos momentos las salas de cine estaban bastante mal, la creación de más cadenas de televisión y el VHS había tenido un gran impacto en la forma de consumir cine en casa, y Canal+ consiguió relanzar el interés por los estrenos, lo nuevo, la actualidad. Por ejemplo rescataron la gala de los Oscars, que había dejado de emitirse, es innegable que la gente comenzó a saber mucho de la actualidad del cine, y sin embargo destruyó por completo el interés por el cine clásico.

Tuvo que llegar la era de Canal Satélite (no es lo mismo llenar un canal de películas actuales, que llenar más de una docena, hay que tirar de lo viejo) y de Internet con las grandes bases de datos, para que la afición al cine entre los españoles dejara de ser pura actualidad.

Y aún así, aunque se ha rescatado el cine de los 70 (la generación sagrada de los Coppola, Scorsese, Allen, Spielberg, etc.), sigue habiendo mucha gente con grandes problemas para poder ver una película en blanco y negro de los 50 hacia atrás (es decir, que no sea ‘La lista de Schindler').

Pero no sólo de cine vive el hombre. También el mundo de las series provenientes de los canales de pago americanos, que ahora gozan de cuotas enormes, nació en Canal+. Desde Friends y Seinfeld hasta Los Soprano y Sexo en Nueva York, de ahí vienen las actuales Lost, House, Prison Break, etc. Incluso el mundo grunge, los conciertos, Nirvana y Kurt Cobain, etc. crecieron al abrigo de este canal.

También es curioso que aún teniendo un punto sociopolítico de izquierdas, asociada a un grupo mediático que todos conocemos, en el fondo era una televisión elitista y de pago, que no era barata, y que mucha gente sólo veía Canal+ alguna vez en el bar mientras se tomaba una caña para ver el partido con Michael Robinson.

Y no hay que olvidar el programa “Lo + plus” de Fernando Scwartz y Máximo Pradera que fue un auténtico boom, mil veces imitado desde entonces, y si uno lo viera ahora diría pero bueno, qué tonterías de entrevistas hacían, y eso que a veces llevaban a personajes de calado intelectual, pero todo se basaba en las anécdotas, las gracietas, etc. y el invitado pasaba sin pena ni gloria respondiendo a chorradas de un nivel cultural paupérrimo.

Y es ese formato de entrevista desenfadada el que sigue triunfando hoy, lo que menos importa es qué le van a preguntar al famoso, lo importante es que está el famoso y hacemos con él un poco el chorra.

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